Tratado de los sofismas políticos

Quizás sea lícito decir que este Tratado de los Sofismas Políticos es, en alguna medida, el libro síntesis de toda la obra de Jeremías Bentham, porque con demoledora lógica se aplica a mostrar las inconsistencias y falacias de los opositores a la deliberación política, vale decir, al ejercicio de la democracia, en última instancia.

Bentham es una figura que espera el reconocimiento de los americanos todos, en la medida en que impulsó con su racionalismo revolucionario (valga la contradicción), la capacidad de todo el continente americano para constituirse como un ámbito de libertad, frente a la opresión colonial europea. Es conocida su correspondencia con grandes figuras de la emancipación americana, y con Bernardino Rivadavia entre nosotros. Todavía no lo hemos ubicado suficientemente en nuestra conciencia ideológica.

Este libro, en todo caso, nos ofrece una muestra luminosa de su capacidad de razonamiento lógico-especulativo, de su conocimiento de los intereses en juego que reprimen la vida política a la vez que orientan, y por último, y muy especialmente, de cuáles son los instrumentos para obtener los objetos emancipadores.

Lo más sorprendente, es su capacidad metodológica, y la expresión meridiana de las cuestiones, que operan como indicadores de permanente vigencia para una acción política esclarecida y esclarecedora. Los sofismas que elige para presentar refutar, los argumentos de que se vale, constituyen verdaderos desarrollos de temas de siempre en la acción política, válido para militantes, creyentes y críticos, con el añadido sugerente de que se está frente a una obra maestra del pensamiento crítico occidental. La traducción de Francisco Ayala es otra garantía de excelencia.

ÍNDICE

Introducción

PRIMERA PARTE

De los sofismas de prejuicio o de autoridad

Capítulo I. Sofismas de la autoridad

Capítulo II. Culto de los antiguos, o argumento al modo chino

Capítulo III. Sofisma del veto universal

No hay antecedente

Capítulo IV. El miedo a la innovación

Capítulo V. Sofisma de las leyes irrevocables, o sofisma de aquellos que encadenan a la posteridad

Observaciones generales

División del tema

Capítulo VI. De la opinión del gran número considerada como autoridad

Capítulo VII. Otro sofisma de autoridad: la que un individuo quiere darse a sí mismo

SEGUNDA PARTE

Sofismas dilatorios

Capítulo I. Sofisma del quietista

Capítulo II. Sofisma de un porvenir más oportuno

Capítulo III. Sofisma de la marcha gradual

Capítulo IV. Sofisma de los falsos consuelos

Capítulo V. Sofisma de la desconfianza

Capítulo VI. Personalismos injuriosos

Capítulo VII. Personalismos adulatorios

Observaciones generales sobre los sofismas sacados de los personalismos

Causas de su ascendiente

Capítulo VIII. Sofisma de las diversiones artificiosas

TERCERA PARTE

Sofismas de confusión

Capítulo I. Sofismas de las falsas exposiciones

Capítulo II. Sofismas de los antipensadores

Capítulo III. El obstáculo tomado por la causa

Capítulo IV. Sofisma que lleva a rechazar en lugar de enmendar. Inconveniente remediable o inferior, presentado como objeción concluyente

Capítulo V. Sofisma de parcialidad reconocida. Examen de una máxima que presenta la parcialidad como loable

Capítulo VI. Sofismas de los términos ambiguos

Capítulo VII. Observaciones sobre los cinco sofismas precedentes

Capítulo VIII. Sofisma que protege a los prevaricadores oficiales. Atacarnos, es atacar al gobierno

Capítulo IX. Sofisma que tiende a confundir los hombres las medidas

CUARTA PARTE

Deducciones generales

Causas de los sofismas

Capítulo I. Primera causa de los sofismas. Interés seductor reconocido como tal por aquel que se abandona por él

Capítulo II. Segunda causa de los sofismas. Prejuicios dados sobre un interés seductor que obra a hurtadillas de aquel a quien gobierna

Capítulo III. Tercera causa de los sofismas- Prejuicios fundados sobre la autoridad

Capítulo IV. Cuarta causa de los sofismas. Defensa propia o utilidad supuesta

Capítulo V. Uso de los sofismas para quienes los emplean y para quienes los reciben

Capítulo VI. De los diversos papeles en relación con los sofismas

CONCLUSIÓN