El pensamiento de Marx fue esencialmente crítico. No es un dogma, ni un cuerpo cerrado de doctrina. Como decía Karl Korsch, uno de los inspiradores del así llamado «marxismo occidental», al marxismo se le debe aplicar el marxismo. El pensamiento de Marx debe ser pensado con sus categorías y debe ser considerado como una obra en marcha, porque el marxismo no termina con Marx, sino que se encuentra en pleno desarrollo, como lo muestra la obra de Perry Anderson —Consideraciones sobre el marxismo occidental—, que señala las diferentes generaciones de este: desde Marx y Engels, pasando por la segunda generación, de Kautsky, Mehring, Rosa Luxemburgo, y luego las que le siguen: la de Gramsci, Lukács, Korsch; Horkheimer, Marcuse, Adorno, hasta llegar a la actualidad. Solo una experiencia no dogmática de este pensamiento tan rico y de sus raíces —en Kant y Hegel, en Adam Smith y David Ricardo, en Saint-Simon y Proudhon— puede realmente dar cuenta de lo que pensaba Marx.
Contenido
Notas del editor
Presentación
Introducción. Recuperar a Marx implica redefinirlo
PRIMERA PARTE: ENSAYOS
SEGUNDA PARTE: RESEÑAS
Referencias bibliográficas
Bibliografía complementaria
Sobre el autor y el editor
Índice temático