Algo que sigue caracterizando a los sistemas de la privación de la libertad en Argentina y América Latina es el problema del encarcelamiento masivo, un problema que es latinoamericano, pero que se advierte en este libro como un problema global, y que tal vez ha sido importado, puesto que Estados Unidos también encarceló y encarcela mucho. Pero algo que nos llama la atención, y que obligará a seguir pensando sobre la especificidad del sistema carcelario en nuestro país, es que los Estados Unidos encarcelaba mucho o encarceló mucho en un momento diferente, y en un contexto diferente. Si hablamos de estos últimos diez años, los que encarcelan más en mayor velocidad son Brasil, Chile, Uruguay, Colombia y Argentina: en nuestros países, hoy, el crecimiento del número de presos es mayor que en los Estados Unidos.
Más allá de las importantes diferencias entre los distintos países, dos características comunes relacionadas en el crecimiento general de estas tasas en la región, son el uso extensivo de la prisión preventiva y que el crecimiento de la población encarcelada resulta aún más rápido que el de por sí veloz proceso de construcción de nuevas cárceles (que implica usualmente grandes negociados, como se explica en el libro). Ello repercute en el fenómeno de superpoblación que advierte actualmente en los sistemas penitenciarios de los países de América Latina.
El silencio debe ser roto y esa despreocupación debe ser solucionada. La prisión es nuestra sociedad y es un producto de las construcciones jurídicas. Esa tarea la tiene que realizar la perspectiva crítica, que hemos adoptado en la investigación y que esperamos se vea reflejada en este libro.
CONTENIDO
Prólogo. La privación de la libertad. Una violenta práctica punitiva