A nadie engaña el cielo

La obra de Dickinson es un espacio potencial, estímulo para la creación poética colectiva. Su voz, aunque habla desde un momento específico, traspasa las barreras de la historia, la cultura y la geografía, y se convierte en una compañía de todas las épocas y todas las edades. Se recogen aquí poemas que ofrecen una dialéctica entre simplicidad y profundidad, entre la inocencia de un decir aparentemente involuntario y gratuito y el demonio abismal de las palabras en tensión: los signos que, como sabemos, no acaban de fijarse y, por ello mismo, definen la dinámica de toda obra vigorosa. Están en ellos algunos de los temas principales: Dios, la naturaleza, la decepción amorosa, el tiempo, la soledad. La selección se complementa con un ensayo crítico sobre uno de los aspectos menos atendidos en la crítica sobre Dickinson: la visión de la poesía como una forma de diálogo con la ciencia y la autoridad letrada.

Contenido

Nota preliminar

• ¿Habrá realmente una “Mañana”
• ¡Los cirujanos deben ser muy cuidadosos
• El agua es enseñada por la sed
• La “Fe” es una fina invención
• No tengo nada más – que traer, lo sabes 
• Claro – Recé
• Si lo que pudimos – hubiera sido
• Un Encanto cubre una cara
• Lo Exterior – lo de Interior
• El corazón pide Placer – primero
• De que siempre amé
• Mido cada Pena que encuentro
• Me preocupaba aquella que fui
• El Dolor – tiene un Elemento de Vacío
• Las mejores Ganancias – deben pasar la Prueba de la Pérdida
• Muchas veces pensé que la Paz había llegado
• Cayó tan bajo – en mi Estima
• Parte la Alondra – y encontrarás la Música
• Tal era la Distancia entre Nosotros
• Los Poetas solo encienden Lámparas
• La nítida conexión del Alma
• La Muerte es un Diálogo entre
• Extrañarlo Todo Me previno
• Desmoronarse no es Acto de un instante
• Las mejores cosas moran fuera de la vista
• La Aurora es el esfuerzo
• ¡Te espero, abeja!
• Di toda la verdad pero dila sesgada
• La Cara que elegimos extrañar
• Una palabra está muerta
• Una Palabra caída al descuida den una Página
• Las cosas que pensamos debíamos hacer
• A Nadie engaña el Cielo
• Si han olvidado
• Déjame no arruinar ese Sueño perfecto
• No tengo sino esta Vida
• De la existencia del Paraíso
• Dulce Escepticismo del Corazón
• Para quien nunca deseó – la más loca Alegría
• No te acerques demasiado a una Casa de Rosa
• El frío fascinante que deja la música
• Quien no ha encontrado el Cielo – abajo
• Hay una soledad de espacio
• Tomé un Soplo de Vida
• Si todos los dolores que he de tener
• Mi vida se cerró dos veces antes de su cierre
• Oh, miel de una hora
• Que el Amor es todo lo que hay
• Joven de Atenas, sé fiel

Microscopio en caso de emergencia: Emily Dickinson y la poesía del herbario