La obra de Dickinson es un espacio potencial, estímulo para la creación poética colectiva. Su voz, aunque habla desde un momento específico, traspasa las barreras de la historia, la cultura y la geografía, y se convierte en una compañía de todas las épocas y todas las edades. Se recogen aquí poemas que ofrecen una dialéctica entre simplicidad y profundidad, entre la inocencia de un decir aparentemente involuntario y gratuito y el demonio abismal de las palabras en tensión: los signos que, como sabemos, no acaban de fijarse y, por ello mismo, definen la dinámica de toda obra vigorosa. Están en ellos algunos de los temas principales: Dios, la naturaleza, la decepción amorosa, el tiempo, la soledad. La selección se complementa con un ensayo crítico sobre uno de los aspectos menos atendidos en la crítica sobre Dickinson: la visión de la poesía como una forma de diálogo con la ciencia y la autoridad letrada.
Contenido
Nota preliminar
Microscopio en caso de emergencia: Emily Dickinson y la poesía del herbario