Transterrados no es solo una novela sobre la inmigración, es también una historia de encuentros y desencuentros en los que se mezclan amores y desamores, víctimas y victimarios. Luis Jorge Peña es un periodista que huye de su país presionado por las amenazas que se ciernen sobre él. Deja atrás amistades y familia para refugiarse en la soledad del desterrado. Una madrugada se encuentra ante el cadáver de su pareja, incapaz de recordar lo ocurrido. La defensa no llega a esclarecer los hechos ante su falta de cooperación. El punto de vista de la narración marca una distancia respecto a hechos confusos. Inquieta por el resultado del juicio, la narradora nos introduce entre las amistades de la víctima en busca de respuestas coherentes; desconcertada, se enfrenta a hombres y mujeres, que perciben la verdad como una amenaza, que intentan cambiar sus vidas ocultando los desgarros del pasado, reinventándose. Así, los testimonios de los distintos personajes nos introducen en un universo complejo, en las fronteras de la delincuencia: el trabajo informal, la trata de blancas, las pandillas y el narcotráfico que salpican a los más vulnerables.