Este libro tuvo su inicio en el año de 1950 cuando se hizo propicio, primera vez, visitar el Oriente Medio. Nació de las inquietudes que desde entonces tuve entorno al denominado Libro Sagrado o Sagrada Biblia, obra que ya había leído no tanto desde el punto de vista religioso sino como punto de partida de la historia de Occidente, en la versión Reina – Valera.
En éste, mi primer viaje al epicentro de las religiones, tuve la oportunidad de conocer nuevas versiones de dicho libro tanto cristianas como heterodoxas, lecturas que me apartaron definitivamente de la fe, conduciéndome por los senderos de la Razón en busca de la verdad, de ser posible.
Lo primero que la razón me hizo comprender fue que dicho libro no le fue entregado directamente por Dios a Moisés, sino que fue escrito por algo más de mil años por brillantes semitas, partiendo de la creación que de Yahvé Dios hiciese Moisés para organizar a su pueblo al sacarlo del yugo de los egipcios.
Otra de las primeras razones fue el conocer religiones orientales, textos y dioses diversos que someten, a través de sus representantes en la tierra, a irracional servidumbre.
Paulatinamente me fui trazando un sendero, sendero que me condujo a circunscribirme al estudio de las religiones concernientes exclusivamente a Occidente y cuyos fundamentos tienen el mismo origen: la Judaica, la Cristiana, la Islámica y la Católica. Con el tiempo llegué a centralizar mis estudios e investigaciones en un acontecimiento de contenido universal como lo es el Diluvio y a partir de las consecuencias que él tuvo para el mundo, como lo describo basado y fundamentado en los propios textos de la Sagrada Biblia; en sus múltiples errores, en sus contradicciones, en todo aquello que no es posible que fuese el producto de un Dios, sino, más bien, del intelecto del hombre.
Estos estudios que inicié en 1950, se han condensado en este libro que logré concluir, finalmente, en el 2014 y que hoy pongo a consideración de quienes hacen uso de la razón por encima de la fe.