—Mamá, —observa Nino— he escuchado decir que en la luna, políticamente hablando, la situación está grave.
Muy grave, dijeron en la tele. Los payasitos que la gobiernan están peleando entre ellos por la arena lunar. Eso oí decir.
—Imposible, Nino —aclara la mamá payasa—. Las cosas, políticamente hablando, no pueden estar graves en la luna, porque en la luna no hay gravedad.
Danna y Nino vuelan a la luna, al País de los Payasos. Van en busca del Señor Libro quien está interno en el Hospital de la Risotada: le duelen el prólogo y la portada, tiene el lomo constipado, se le entristeció el índice, le van a enyesar el epílogo y tiene tronchado el dedo meñique de uno de sus pies de página.