Manuel Zapata Olivella sostiene que la inmensa mayoría de colombianos y latinoamericanos tiene algo de español, algo de indígena y algo de negro. Estudia los aportes materiales y espirituales de negros e indios a la conformación nacional y controvierte la “invisibilización” a que han sido sometidas estas poblaciones, históricamente excluidas. Enfatiza en la resistencia de los palenques, en el cimarronaje de los negros esclavizados y en las guerras de resistencia del indígena, como un componente político crucial de la conformación de la sociedad colombiana.
La epopeya intelectual de Manuel Zapata Olivella consistió en enfrentar intelectualmente el pensamiento colonizador, cristianizador y civilizador que había postulado, desde una posición dominante, que los negros y los indios no constituían un material apto para la construcción de la nación, que los primeros solo estaban interesados en su salvaje lubricidad y los segundos, congelados en el tiempo, se dedicaban a lamentarse de su tragedia histórica y de la debacle demográfica colonial, que casi los extingue como grupo humano y como cultura.