Nuestro sistema educativo se encuentra en un permanente estado de confusión. Existe una preocupación creciente acerca de la posibilidad de que nos estemos convirtiendo en un estado-nación liberal con una población cada vez más antiliberal y con un electorado que ha perdido todo el interés por la política.
En este mundo globalizado, el poder del capital es tan grande que cualquier intento de oposición termina desalentado y descorazonado, de modo que muchos ciudadanos y ciudadanas no disponen apenas de preceptos políticos con los que juzgar a sus instituciones. Esta ausencia de perspectiva ha dejado vía libre al retorno sin trabas de la filosofía de libre mercado. Como resultado, las políticas sociales y educativas sólo se debaten en términos de cómo adaptarlas a las necesidades del mercado. Y éste nos asegura que la compasión por los pobres es una táctica desacertada porque siempre tendrá consecuencias económicas y sociales desafortunadas. Las necesidades del mercado eclipsan las cuestiones morales.
Los autores debaten en este libro acerca del modo en que la pedagogía crítica debería responder a estas condiciones tan funestas, y lo hacen de una forma que resulta al mismo tiempo rigurosa y profética; contribuyendo, además, en la lucha por mejorar las vidas de aquellos a los que más afectan estas condiciones.
El resultado es este libro esencial para cualquier profesor que esté en activo o que vaya a estarlo. Libro que deviene una herramienta útil para las aulas de las facultades de educación y para los cursos de doctorado.
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