En los últimos años la noción de 'felicidad' ha adquirido una preponderancia inusitada en todos los ámbitos de nuestras vidas. Los gobiernos la introducen como promesa de campaña y los medios de comunicación divulgan Ãndices que pretenden medirla. El éxito de las técnicas del buen vivir y de los libros de autoayuda contribuyen a instalar el discurso del entusiasmo, la voluntad y la superación con el peso de un imperativo. Para Sara Ahmed es importante prestar atención a este fenómeno y dilucidar de qué manera el mandato de la felicidad actúa como una técnica disciplinaria que organiza nuestro mundo y direcciona nuestras conductas.
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