Este ensayo es la más penetrante introducción a la antropología filosófica del autor; y es doblemente valioso por el hecho de que fue escrito por el mismo Scheler, con clara conciencia de la trascendencia de los problemas abordados, los plantea con extremo rigor metodológico, sin que ello dificulte su lectura, cargada de ideas e intuiciones notables.
Para Scheler, por primera vez en la historia, el hombre “ya no sabe lo que es”; pero tiene como contraparte la gran ventaja de “saber que no lo sabe”. Esto a su juicio explica la impostergable necesidad de abordar el problema de una antropología filosófica, esto es, una disciplina estricta que emprenda el estudio decidido “de la esencia y de la estructura esencial del hombre; de su relación con los reinos de la naturaleza y con el fundamento de todas las cosas; de su origen metafísico y de su comienzo físico, psíquico y espiritual en el mundo de las fuerzas y poderes que mueven al hombre y que el hombre mueve; de las direcciones y leyes fundamentales de su evolución biológica, psíquica, histórico-espiritual y tanto de sus posibilidades esenciales como de sus realidades”. Basta esta transcripción para que el lector advierta en seguida la importancia de la obra, cuyas páginas le permitirán repensar la historia a la luz de la problemática del hombre.