La vigencia irrecusable del pensamiento cartesiano revela su sentido propiamente filosófico porque, lejos de suscitar la mera admiración o las loas escolares a la genialidad del ‘padre de la modernidad’, nos invita y exige preguntarnos los porqués de dicha vigencia, de los que el presente libro da testimonio. Las razones comprometen no solo a lo que se conoce como la ‘modernidad de la filosofía’, sino también a la filosofía contemporánea de la modernidad.
Al respecto, cabe constar dos hechos históricos, bien conocidos y notorios, pero que todavía nos convocan e interrogan: la ruptura y a la vez la continuidad que, como pocos, el pensamiento de Descartes instaura. Ruptura, porque el orden deja de ser concebido según la verdad de la cosa y pasa a ser definido por el orden del conocimiento. Por otra parte, todos los grandes filósofos, desde Spinoza hasta Michel Henry, sitúan –a veces a su pensar– la reflexión sobre el ego en el centro de su pensamiento. De ahí la continuidad, porque Descartes es el primero en salvar el giro histórico por el cual la filosofía, bajo el golpe intempestivo de la muerte de Dios, abjura de la metafísica y se reinventa enseguida, y todavía, como fenomenología y luego como filosofía analítica o filosofía de la mente, situándose en el corazón de ambas como interlocutor privilegiado. Así la obra de Descartes necesita aún una interpretación, porque ella todavía nos interpreta y en ella seguimos interpretándonos.
CONTENIDO
Presentación
I. EL EGO
GILLES OLIVIO
PABLO PAVESI
LAURA BENÍTEZ
JORGE AURELIO DÍAZ
II. DIOS
IGOR AGOSTINI
GUILLAUME COQUI
JEAN – PAUL MARGOT
Consideraciones acerca de la Primera Meditación
DENIS KAMBOUCHNER
MARCOS ANDRÉ GLEIZER
III. ALMA Y CUERPO
CATALINA GONZÁLEZ
JOAN LLUÍS LLINÁS
ZURUYA MONROY NASR
PIERRE GUENANCIA
Acerca de las y los autores
Índice de materias