La psicología es una antropología: contribuye al conocimiento del «Homo sapiens» que somos. La consiguiente antropología psicológica se desarrolla aquí desde una psicología de la acción con eje en conductas, cursos de acción, que modifican algo en la realidad externa o interna del agente, «homo agens»: persona activa, agente, capaz de adaptarse a la realidad y también de adaptar en lo posible la realidad a sus necesidades y de contribuir así —esto ya personalidad psicológicamente sana— a una experiencia satisfactoria de la vida. Sólidamente fundamentada en la investigación, esta antropología psicológica se halla transida de una honda empatía hacia el sufrimiento de los seres humanos.