El mercado ¿es la única institución portadora de eficacia y dinamismo tecnológico?
La internacionalización ¿desembocará en la erosión de las especificidades nacionales? La 'globalización' ¿implica una convergencia de los países hacia una misma organización socioeconómica? La presente publicación discute la generalidad y la validez de estas aserciones a través de un enfoque original que combina análisis teóricos del cambio técnico y del crecimiento, caracterización estadística de los sistemas de innovación y puesta en evidencia de los resortes institucionales del dinamismo económico y de su vínculo con los modos de regulación.
Como no existe ninguna configuración óptima, la historia propia de cada país contribuye a forjar la red de las instituciones que canalizan la dirección del cambio técnico. De hecho, los países industrializados se distribuyen según cuatro modelos canónicos, que son en gran medida complementarios, en la medida en que un régimen internacional estable gobierna el lento proceso de especialización de los diversos países. Si en cambio la incertidumbre estructural se convierte en la regla, los sistemas mercantiles parecen prosperar y los otros tres encuentran dificultades mayores. La publicación desemboca en una serie de propuestas para devolver a Europa el dinamismo necesario para resistir a la competencia de los dos otros polos de la tríada.
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