Un hombre recibe la carta de un amigo que, desaparecido entre los extraños velos que envuelven la vida de todos en este mundo, escribe más desde un plano espectral que desde un terreno concreto. Tras recibir esta señal incierta, el hombre, estancado en un presente inmóvil y tedioso, decide buscar a su amigo: a ese fantasma que nunca dejó de aparecer en las profundidades más ocultas de sus sueños, a esa sombra que “se había apropiado de la facultad de sumergirse en regiones que para los demás quedarían irremediablemente en la tiniebla”.