
Los PUP son un fenómeno relevante para la corriente político–pedagógica de la educación popular (EP) sin embargo, han sido poco estudiados y referenciados. Las generaciones anteriores de educadoras populares los ven con cierto recelo porque su objetivo inmediato es la preparación de las educandas para exámenes que, con toda su performatividad, cristalizan el mito meritocrático, la educación de mercado y el estándar educativo. Se les critica el asistencialismo, la inmediatez, el ensimismamiento, su autoconstrucción e incluso hay quienes cuestionan su «efectividad» al enterarse que, por lo general, las estudiantes no logran los puntajes para acceder a un cupo universitario. Pese lo anterior, los PUP desde los años cincuenta en Brasil, desde finales de los ochenta en Chile y desde los dos mil en Colombia, han convocado a incontables educadoras, jóvenes y familias populares; han elaborado propuestas pedagógicas, organizativas y políticas para y con los sectores tradicionalmente excluidos de la educación superior. Su gran alcance es innegable: son experiencias masivas, han sido desarrollados por las más diversas organizaciones y, para muchos jóvenes son, sobre todo, una experiencia transformadora.