Sin lugar a dudas son tiempos éstos que en estos días corren plenos de renovación en la materia contractual vinculada con la operatoria bancaria. Si siempre la cuestión despertó el interés de los estudiosos del derecho mercantil, las numerosas modificaciones introducidas en la normativa recientemente invitan a renovar esos estudios. Centra Barbier su atención, en este segundo volumen, a la empresa, continuando la tarea iniciada con el primer volumen dedicado a consumidores y usuarios. Aborda la problemática de la contratación, según anticipa desde su prólogo, a partir de las distintas categorías o tipos contractuales, respondiendo sustancialmente a la condición de co-contratante de la banca. Son los dos primeros capítulos dedicados a la especie bancaria como un método de aprehensión y valoración de factores concurrentes y su inserción en el mercado, planteando la formulación de un subtipo contractual.
El banco como organización, y el banco como actividad, son los puntos de inicio del trabajo. En síntesis sostenida por el autor, que debe ser leída más allá de cuestiones circunstanciales que hoy alcanzan a los bancos, éstos, como custodios de bienes ajenos, como intermediarios y proveedores de créditos y servicios, y también como empresa, gozan de fundado prestigio de profesionalidad que expande consecuencias y comportamientos jurídicamente relevantes. La conjunción del crédito, la empresa y la valoración de la intermediación, crean alrededor de la actividad una mística de eficacia. Tiene claramente presente Barbier que la actividad bancaria no aparece, en términos generales, disociada del desarrollo individual o empresario, ni de las condiciones del espacio en que las necesidades del crédito se manifiestan.
El índice lo podrás ver adjunto en PDF.