Toda actividad profesional conlleva sus riesgos y puede ser causa de controversias. En el campo de los mayores antecedentes los concentran los médicos en torno a los juicios de mala praxis, pero poco se ha explorado respecto de la odontología, alrededor de la cual tampoco se ha gestado jurisprudencia nacional destacable, aunque si extranjera. Sin embargo, el ejercicio de esta profesión puede tener derivaciones si se tiene en cuenta lo que ha crecido en relación con sus especialidades, nivel tecnológico, etc. A raíz de ello la autora realiza una profunda investigación que sitúa a la profesión en cuanto a su complejidad y, también, respecto a los principios generales aplicables y que hacen a la responsabilidad del profesional y sus efectos. Así encara la delimitación de la conducta odontológica, los servicios que presta, las obligaciones del odontólogo, la responsabilidad objetiva y subjetiva, sin olvidar temas como el sida, los implantes, su accionar en los centros de salud y hasta la importancia de la historia clínica o la ficha odontológica. Un libro que viene a llenar un vacío temático con profundidad.