La propuesta del autor es incentivar el debate en torno a que en el derecho, tanto en nuestro país como en otros extranjeros, se adopte el criterio de estudiar y legislar el derecho de filiación de manera unificada. Sostiene que existe un concepto único de filiación que comprende no sólo a la biológica sino a todos los supuestos en los que el emplazamiento filial es el resultado de técnicas de procreación asistida o, incluso, aquellas en donde no exista un soporte biológico como es la adopción. En ese orden de ideas, Mizrahi encara el derecho a conocer la identidad genética, analiza el indicio en contra de la parte que resulta renuente a la pericia así como también las diversas aristas de la compulsión en la realización de la prueba genética. No escapan al estudio los recaudos para los exámenes de ADN, su alcance probatorio y la falibilidad del resultado.