El pueblo Olmeca, creador de las primeras esculturas monumentales de piedra en Mesoamérica, ha captado la atención del público desde el hallazgo de la primera cabeza colosal en 1862. Tal fascinación se puede atribuir al esplendido estilo artÃstico y a su gran antigüedad –alrededor de tres milenios-. Conforme salieron a la luz otras extraordinarias obras de arte como las magnÃficas estelas, las enigmáticas figuras de hombre jaguar y los impactantes altares, asà como las pequeñas figurillas, los adornos y las hachas finamente labrados en jade y los brillantes espejos de magnetita, se vislumbró la existencia de un pueblo hasta entonces desconocido, oriundo de la costa del sur del Golfo de México.