En sus viajes por el Atlántico los europeos no sólo descubrieron nuevas tierras, sino también nuevos pueblos hasta entonces desconocidos, con sus propias costumbres y religiones. Estos encuentros, que comenzaron en las Canarias en 1341 y prosiguieron en América desde 1492, les planteaban una serie de preguntas: ¿Eran estas gentes descendientes de Adán, del mismo linaje que los habitantes del Viejo mundo, o fruto de otra creación? ¿Poseían un alma y la capacidad de conocer a Dios? ¿Tenían el derecho a ser libres y gobernarse a sí mismos o debían ser tutelados? David Abulafia centra su atención en el aspecto humano de estos encuentros, y en la forma en que se pasó del asombro del descubrimiento de una naturaleza humana común a la práctica de la explotación, sentando un precedente para la posterior conquista europea del mundo. Como ha escrito el profesor Fernández-Armesto, este libro «nos lleva al corazón mismo de una cuestión que importa muy especialmente al mundo actual».
Índice
Prefacio
Dramatis personae
Glosario
PRIMERA PARTE
HORIZONTES MENTALES: Los pueblos, las islas y las costas de la imaginación
SEGUNDA PARTE
HORIZONTES ORIENTALES: Los pueblos, las islas y las costas del Atlántico oriental
TERCERA PARTE
HORIZONTES OCCIDENTALES: Los pueblos, las islas y las costas del Atlántico occidental
CUARTA PARTE
Horizontes del sur: Las costas y los pueblos Atlánticos de América del Sur
CONCLUSION. El descubrimiento del hombre en el Renacimiento
Abreviaturas
Notas
Bibliografia
Índice analítico
Créditos de las ilustraciones
Índice de mapas