Roald Hoffmann, Premio Nobel de Química en 1981, ha conseguido en esta obra una proeza que a muchos les parecía imposible: fascinar a los profanos con los descubrimientos de una ciencia que ha sido considerada, junto con las matemáticas, como una asignatura tediosamente obligatoria. Con una capacidad de divulgación pocas veces encontradas, Hoffmann nos demuestra que la química es una ciencia fundamental que nos descubre todo un universo…; más aún: el Universo mismo, nosotros incluidos.
“¿Qué es lo que quieres –nos pregunta el autor– cuando acudes a un médico con tu padre anciano, débil y febril? Compasión, por supuesto, pero también un examen de laboratorio de la química de su sangre o un análisis del organismo que pueda estar provocando una presunta neumonía. Y de ser necesario, un medicamento, un antídoto adecuado para eliminar ese organismo del cuerpo de tu padre.
¿Contra qué me pronuncio cuando la ciudad decide poner cerca de mi casa un incinerador enorme de basura que recoja los desperdicios municipales e industriales de los alrededores del Estado? Contra el tráfico, el olor, las posibles descargas en los pozos de los que proviene mi agua, de iones y moléculas y de otros contaminantes en el aire.
“Las sustancias que esperas te dé el médico, las sustancias que me preocupa puedan aparecer en el agua y el aire son químicas. Como tú y como yo: sustancias químicas simples y complejas.”
Otro autor del Fondo de Cultura Económica, el doctor Carl Djerassi –quien logró la primera síntesis de un anticonceptivo oral–, ha descrito maravillosamente los alcances de esta obra de su colega: “Roald Hoffmann, uno de los químicos vivos más eruditos y humanos, es también el alquimista literario por excelencia: en Lo mismo y no lo mismo transforma hechos básicos en comprensión áurea.”
CONTENIDO
Prólogo
Primera parte. Identidad: el problema central
Segunda parte. La manera en la que se dice
Tercera parte. haciendo moléculas
Cuarta Parte. Cuando hay un error
Quinta parte. ¿Cómo sucede exactamente?
Sexta parte. Una vida en la química
Séptima parte. Esa cierta magia
Octava parte. Valor, daño y democracia
Novena parte. Las aventuras de una diatómica
Décima parte. Las dualidades que vivifican
Agradecimientos