Durante años se ha insistido en que consumir grasas es perjudicial. Esta afirmación ha provocado un gran malentendido, uno más en la interminable lista de falsas verdades que proliferan en el ámbito de la nutrición. Al eliminar las grasas de la dieta, no solo nos privamos de extraordinarios beneficios para nuestra salud, sino que también saboteamos cualquier esfuerzo encaminado a perder peso. A pesar de que provienen de corrientes marcadamente distintas en lo que respecta a alimentación sana y pérdida de peso, ambos autores –Jonny Bowden, reconocido nutricionista, y Steven Masley, médico– llegaron a la misma conclusión: es imprescindible diferenciar las grasas saludables de las grasas nocivas, y corregir definitivamente esa aseveración reduccionista que nos ha llevado a meterlas a todas en el mismo saco.
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