En este ensayo, José-Luis García Barrientos piensa de forma radical el teatro del futuro, es decir, se cuestiona si el teatro como tal tiene, sin más, futuro.
Se vislumbran dos modelos extremos de precaria supervivencia: el opulento de la ópera y el menesteroso de las catacumbas. Entre ellos, el teatro normal vive una crisis nueva, histórica (no la presuntamente eterna de los optimistas o los inmovilistas), que lo pone ante la encrucijada del renovarse o morir.