En su Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, Sor Juana nos dejó una confesión: no quiero ruidos con la Inquisición. Los lectores terribles son una parte y una parte determinante de la obra de Sor Juana. Su obra nos dice algo pero para entender ese algo debemos darnos cuenta de que es un decir rodeado de silencio: lo que no se puede decir. La zona de lo que no se puede decir está determinada por la presencia invisible de los lectores terribles. La lectura de Sor Juana debe hacerse frente al silencio que rodea a sus palabras. Ese silencio no es una ausencia de sentido; al contrario, aquello que no se puede decir es aquello que toca no sólo a la ortodoxia de la Iglesia católica sino a las ideas, intereses y pasiones de sus príncipes y sus órdenes.
Autor: Octavio Paz
Índice
Nota del editor
Generaciones y semblanzas
Dominio mexicano
Advertencia del editor
Prólogo. Tránsito y permanencia
Sor Juana Inés de la Cruz o las Trampas de la fe
Advertencia
Prólogo. Historia, vida, obra
Agradecimientos
Apéndices
Índice de nombres