Una mujer contemporánea que debe cumplir con sus múltiples roles de ejecutiva, madre, esposa e hija, es abordada lentamente por una historia que lee en las noches. Asà se irá internando en las vicisitudes de su vida, en las decisiones que debe tomar, como si la otra, la mujer de la novela, le ayudara y la apoyara en sus crisis y en sus desafÃos. Una historia doble que habla al oÃdo de los lectores y de las lectoras, para mostrar caminos y casas en el bosque.
Desde una mirada de mujer, la voz narrativa nos muestra una pluralidad de historias femeninas que parecen encontrarse en una sola. En un plano irreal, la mujer del bosque teje sueños y desde el cuarto secreto de su cabaña ensaya las fórmulas alquÃmicas que traducen sus procesos espirituales. Y en el mundo de la historia posible, la protagonista muestra los afanes diarios de la vida urbana que sentimos las mujeres de carne y hueso. Pero aquà se cuenta todo como si las circunstancias, los episodios y los lugares hubieran sido inventados para dibujarlos ante nosotros. Y asÃ, lo conocido parece tan nuevo que recuperamos la sensación inicial del hastÃo, la soledad, el desamor y el dolor por los hijos, y es como si por primera vez miráramos y sintiéramos tantas cosas que las mujeres hemos siempre mirado y sentido. Toda la novela presenta una voz muy Ãntima en donde reside mucha de la fuerza de esta narración, que se siente tan verdadera y que parece escrita con el alma, la cabeza y las entrañas, y que tal vez por eso se lee con los cinco sentidos y con la espina dorsal erizada, como dirÃa Nabokov