La concepción general del sistema jurídico y de la aplicación del derecho, es decir, la teoría jurídica en que han sido formados nuestros operadores jurídicos hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX puede denominarse “positivismo legalista”.
Aunque el legalismo en alguna medida sigue siendo el conjunto de concepciones jurídicas dominante, puede afirmarse que en nuestros días ya no refleja la realidad de los sistemas jurídicos que rigen en la mayor parte de los países occidentales.
Este libro busca aclarar si la renovación del positivismo jurídico propuesta a fin de que sea capaz de explicar la realidad imperante de los sistemas constitucionales actuales logra o no su cometido. Pretende también dilucidar si el esfuerzo de acomodamiento realizado por el positivismo logra renovar la tradición del positivismo jurídico o si, por el contrario, es un reflejo de su decadencia.