La seguridad de los sistemas de algo riesgo (transporte, producción de energía, petroquímica, sanidad, etc.) nunca había sido tan alta. Sin embargo, este nivel de seguridad no progresa, y los errores humanos se consideran la causa dominante del resto de los accidentes que se producen.
El autor desarrolla en este libro una tesis original y más sutil: ciertos progresos técnicos impiden el desarrollo de las protecciones naturales que desarrollan los operadores contra sus propios errores. De hecho, los operadores establecen un compromiso entre el riesgo interno que aceptan asumir (ligado a los límites de sus capacidades intelectuales), el riesgo objetivo (ligado a los resultados que persiguen) y las consecuencias de estos riesgos para su integridad física y psíquica (fatiga, estrés, agotamiento).
El error no puede ni debe suprimirse, ya que forma parte de los mecanismos de regulación de este compromiso. Pero el operador no es un suicida, ya que asegura este compromiso protegiéndose, detectando sus errores, reduciendo sus aspiraciones si la situación así lo aconseja: aquí es donde el autor habla de seguridad ecológica.
El libro demuestra los mecanismos de este tipo de seguridad y presenta una nueva modelización del comportamiento del operador en los sistemas de alto riesgo y de la relación que puede establecerse entre error y accidente.
CONTENIDO
Prefacio a la edición española
Prefacio
Bibliografía
Índice general