Kerri Maniscalco creció en una casa semiembrujada en las afueras de la ciudad de Nueva York, donde comenzó su fascinación por los ambientes góticos. En su tiempo libre, lee todo lo que llega a sus manos, cocina toda clase de comidas con su familia y amigos y bebe demasiado té mientras debate los detalles más complejos de la vida con sus gatos. «A la caza de Jack el Destripador» es su novela debut, en la que mezcla su amor por la ciencia forense y las historias inconclusas.