La visibilización del incesto no alcanza para que el problema pueda ser abordado desde las disciplinas y las instituciones que tradicionalmente se han ocupado de él. Ello pone en evidencia la necesidad de resituarlo como un fenómeno de orden social que pone en jaque los soportes con los que nuestra sociedad organiza sus instituciones, sus saberes y sus normas.
En este libro se considera la prohibición del incesto como una cuestión de límite, que sólo se construye colectivamente y se reafirma mediante la reactualización y la circulación de relatos. Desde esta perspectiva no es una ley universal lo que garantiza la regulación social sino una serie de códigos construidos y sostenidos colectivamente. El incesto puede considerarse el extremo sintomático de la lógica de la acumulación: todo de sí y para sí. Al poner en jaque la circulación provoca el horror de la amenaza del propio orden cultural: la acumulación como el límite de lo social.
CONTENIDO
Palabras preliminares
Primera parte. El incesto, un síntoma social
Segunda parte. El incesto en foco
Tercera parte. Del caso clínico al análisis de la cultura
Cuarta parte. El incesto interroga a las instituciones
Epílogo, María Laura Méndez y Horacio Medina
Anexo
Bibliografía general