El “clima organizacional” es un concepto multidimensional y multinivel, por lo tanto, su abordaje es complejo y requiere de un estudio profundo y serio. Al ser un aspecto perceptual, su evaluación implica poca objetividad por parte de los trabajadores, debido a que lo que puede ser bueno o agradable para una persona no necesariamente tiene que serlo para otra. Por esta razón, concebir el clima como un elemento amplio permite abrir el abanico de posibilidades para poder comprenderlo, y no necesariamente verlo como un elemento que se puede abordar desde un aspecto cuantitativo —en donde una puntuación indica si el clima es bueno, regular o malo—, sino, por el contrario, entender que también es posible abordarlo desde diversos tipos de clima, con los cuales se podría estudiar por qué las organizaciones y sus miembros asumen cierto tipo de comportamientos. Estos se podrían enmarcar en las tendencias de clima que se evidencian allí.
CONTENIDO
PRÓLOGO
CAPÍTULO I
CAPÍTULO II
CAPÍTULO III
CAPÍTULO IV
CAPÍTULO V
CAPÍTULO VI