La capacidad comunicante del espacio se manifiesta de dos maneras: una, a través de su forma, que genera sensaciones y emociones en quien lo participa; la otra, a través de relaciones o prácticas que el hombre establece con el espacio. La primera conduce al establecimiento de significaciones que se expresan por medio de identidades y la segunda, conduce a dar sentido, es decir, a ese horizonte que da razón de la vida en un lugar determinado y se expresa con la narrativa. En la arquitectura y en la ciudad, entendidas como estructuras comunicacionales, la red de espacios vista desde los acontecimientos que ocurren en ellos se convierte en la red de los relatos; éstos, a su vez, sugieren una nueva red de imágenes; los relatos y las imágenes exaltan los espacios virtuales y en ellos está presente el acontecimiento, que nuevamente los contextualiza en la ciudad y así, sucesivamente.
Introducción
Hipótesis de trabajo
1. Marco teórico
Comunicación y espacio
Comunicación y representación
Arquitectura, narrativa y ciudad
El método
2. Forma y comunicación
Sobre la forma
Sobre el proceso comunicacional
El proceso comunicacional como un proceso epistemológico
El problema de la denotación en el espacio urbano
3. Modelos comunicacionales
Modelos
Modelos bipolares
Modelos unipolares
Etapas del proceso comunicacional
Particularidades que califican la forma y median la comunicación
4. La forma: elementos de comunicación
Orientación, recorridos y derivas
Luz
Silencio
Límites
5. Relaciones con la forma: signo y símbolo
Práctica significante y proceso comunicacional
Significación y significancia
Práctica significante, transversalidad y travesía
Conclusiones: espacio urbano, narrativas y comunicación
Referencias