Dicotomía de las miradas en días de amores atómicos atrapa desde la primera línea. Nos sumerge en un carrusel de emociones con una voz que, que busca de resolverse, hace uso de todos sus sentidos en una dualidad, o como el mismo autor llama, una dicotomía de miradas que habían en su memoria y en su presente.
Cesar Cano logra, con el juego de sus voces, hablarnos con trascendencia, musicalidad, fuerza vital e inteligencia, de las callejas de neón y asfalto que recorremos día a día y de los callejones y laberintos de la mente inquieta de sus personajes.