Adrienne Young es una texana de pura cepa, devenida en chica californiana. Amante de la buena comida, profesa un profundo amor por la historia y por los viajes, y una desvergonzada adicción al café. Cuando no está escribiendo, se la puede encontrar en su esterilla de yoga, explorando anticuarios en busca de libros viejos, bebiendo vino durante cenas prolongadas o deambulando por sus museos favoritos. Vive con su esposo cineasta-documentalista y sus cuatro pequeños salvajes en la soleada Costa Oeste.