Sol negro reúne más allá de fotografías, historias femeninas en las que subyace la melancolía como un sentimiento misterioso que ha marcado la obra de las artistas incluidas. La fotografía permite nombrar el sufrimiento, transformar la ausencia en signo. Las doce artistas presentadas en la muestra proponen ensayos visuales que permiten crear una narrativa del lado oscuro de la vida, de cara a tragedias personales o colectivas: soledad, discriminación, luchas, violencia. Lejos de proponer una mirada de juicio victimizante, se quiere mostrar la fuerza poética de ese pozo sombrío.
En sus procesos creativos se siente la necesidad de excavar el espacio de lo faltante, para con paciencia acordarse de un tiempo que se aleja y que se va borrando. Hay sombra hasta en la fuerza y las virtudes, y en ello cabe la metáfora del medio fotográfico, pues lo olvidado vuelve a aparecer en el papel donde la luz oscurece el nitrato.