En el Archivo del Historiador de La Habana, Cuba, en el Legajo No. 66 del Fondo Camilo Torres Restrepo, apareció este texto como publicado en noviembre de 1963, en el Semanario Estudiantil Nacionalista “Controversia”. En 1963 el Padre Camilo Torres comenzaba a retirarse de la capellanía de la Universidad Nacional de Bogotá y estaba iniciándose como decano del Instituto de Administración Social de la Escuela Superior de Administración Pública (IAS–ESAP), a la vez que representaba a la Curia de Bogotá en el Instituto Colombiano de Reforma Agraria (INCORA). También impulsaba el Movimiento Universitario para el desarrollo de la Acción Comunal e invitaba a profesionales jóvenes a realizar análisis de fondo de la realidad colombiana y él mismo escribía análisis muy globales sobre la realidad nacional, como fue su ponencia para el Congreso Nacional de Sociología (marzo 1963) sobre la violencia y los cambios socio-culturales en las áreas rurales colombianas, uno de sus más finos análisis de la estructura social agraria del país. No queda muy claro quién escribió este texto, pero su relación con los papeles de Camilo no es fortuita. Pudo ser escrito por él mismo o por 6 alguno de sus círculos de reflexión y análisis, pero quien conozca sus ideas descubre rápidamente la coherencia de este análisis simbólico con su pensamiento. El género parabólico no le era ajeno a Camilo, no sólo por su familiaridad con el Evangelio cristiano donde la Parábola cumple una función pedagógica y teológica central, sino también porque en los mismos discursos, charlas y escritos de Camilo, la Parábola cumple una función primordial. Después de la muerte de Camilo, este texto circuló ampliamente en Colombia y en América Latina, en los años 70 y siguientes, acompañado de muchos recursos pedagógicos. Haya sido, pues, escrito por él mismo o por sus grupos más cercanos, el texto es fiel reflejo y síntesis de su pensamiento. La Parábola de un depósito de agua, alrededor de cuya existencia y controversial desarrollo se van perfilando los rasgos esqueléticos básicos de una sociedad capitalista y violenta, apunta, sin lugar a dudas, a extraer y resaltar la lógica esencial de dicho modelo de sociedad, de tal manera que lo más profundo de su irracionalidad y de las fuentes de sus contradicciones queden totalmente al desnudo en su funcionamiento básico. Los recursos globales de la sociedad quedan allí simbolizados en el agua, cuya propiedad exclusiva y manejo económico excluyente quedan supeditados a la lógica implacable del lucro como principio y motor 7 central del modelo. El manejo irracional de los recursos va revelando con total claridad la configuración de una sociedad desigual, conflictiva y violenta y la búsqueda de salidas igualmente irracionales y absurdas va dando entrada a las raíces de los nuevos conflictos y contradicciones, como la falsa ciencia, la ideología, la alienación religiosa, la manipulación mediática, la violencia y la guerra con su multiplicación de víctimas. Los aniversarios de Camilo han ido dando ocasión para retornar a los rasgos de la Colombia que él soñó, pero esta vez el recurso al esquema parabólico permite destapar el entramado esquelético de la lógica del sistema en cuya transformación él empeñó su vida