Desde la crisis de 2002, el neoliberalismo, para sostener sus modos de explotacion, para contener la implosion social en cada territorio, ha necesitado de una alianza cada vez mas ferrea con el fascismo y con formas varias de fundamentalismo religioso. Con ello ha pretendido reordenar la reproducción social en terminos capitalistas, recolocar un mandato de género en crisis y retrazar las líneas entre lo humano y lo categorizado como menos -que- huamano (femenizado, racializado, naturalizado)