Presenta una nueva versión de la historia de Urabá, que se constituye en un aporte de gran importancia para comprender la conformación de los conflictos allí presentados. La investigación se remonta a principios del siglo XX, cuando se da la anexión de este territorio caribe a Antioquia, bajo unas condiciones de asignarle a ese departamento la función civilizatoria de una zona considerada como barbará
Este esfuerzo de trasladar un modelo social que había sido exitoso en las condiciones de la colonización antioqueña a un territorio completamente diferente, es esgrimido por la autora como uno de los motivos que, luego, contribuyen a producir los desencuentros de modelos sociales que se van a manifestar allí a través del conflicto armado. Asimismo, el uso del concepto encuentro colonial en la obra, permite una mejor comprensión de las relaciones dinámicas entre el colonizador y el colonizado, para destacar la importancia de los primeros colonizadores de Urabá (campesinos de las sabanas de Bolívar, los llamados chilapos) en la apertura de esas montañas; colonizadores que luego fueron colonizados por la avanzada del progreso que quiso establecer Antioquia en este cruce de caminos.