La familia, la cultura y las tradiciones nos marcan, pero no nos definen. Quizás por eso es tan acertada la frase que, en el espíritu de Simone de Beauvoir, asegura que no se nace feminista, sino que se llega a serlo. El caso de Salomé Gómez-Upegui es el fiel retrato de esa máxima. De crianza católica y conservadora, convencida de vivir en un mundo que daba a las mujeres su lugar destinado, un día se dio cuenta de que aquello que le habían enseñado y en lo que basaba sus creencias no era una realidad justa para todas. Y fue así como ella emprendió su camino, en rebeldía, hasta que llegó a declararse feminista.
Con un lenguaje claro, muchas lecturas, análisis y profunda empatía, la autora trata de explicar por qué decidió recorrer el camino de la lucha por la igualdad, teniendo siempre presente que su trayecto comenzó en el mismo lugar en el que quizás se encuentra usted en este momento.
“La verdad es que llegué a ser feminista más por necesidad y por accidente que por convicción. La verdad es que me tuve que dar contra el mundo antes de abandonar mi carácter conservador e intransigente”.
CONTENIDO
CAPÍTULO I
(Mi) Introducción al feminismo
CAPÍTULO 2
Más allá del miedo esta la libertad
CAPÍTULO 3
Calladitas no nos vemos
CAPÍTULO 4
El amor y el abuso no pueden coexistir
CAPÍTULO 5
El patriarcado mata
CAPÍTULO 6
El mito de la feminista histérica
CAPÍTULO 7
Abandonar la vergüenza para abrazar el placer
CAPÍTULO 8
Cambie de opinión sobre el aborto
CAPÍTULO 9
Queridos hombres
CAPÍTULO 10
Volver al amor propio
Agradecimientos
Bibliografía