Charles Foster quería saber cómo es en realidad se run animal: un tejón, una nutria, un ciervo, un zorro, un vencejo. Saberlo de verdad. Así que lo probó: vivió como un tejón durante seis semanas, durmiendo en un agujero sucio y comiendo lombrices; encontrándose cara a cara con camarones cuando vivió como una nutria; y pasando horas acurrucado en un jardín trasero en el este de Londres y hurgando en contenedores como un zorro urbano. Apasionado naturalista, Foster expone que cada criatura crea un mundo diferente en su cerebro y vive en ese mundo. Como humanos, compartimos información sensorial –luces, olores y ruidos–, pero tratar de explorar lo que realmente es vivir en otro de estos mundos, perteneciente a otras especies, es un desafío neurocientífico fascinante y único. Partiendo del análisis de los que la ciencia puede decirnos sobre lo que sucede en el cerebro de un zorro o de un tejón cuando capta un aroma, el autor imagina su mundo para nosotros, escribiendo a través de sus ojos o, más bien, a través de los ojos de Charles, la bestia. Una mirada intima a la vida de los animales, la neurociencia, la psicología y la escritura de la naturaleza: un viaje de mociones y sorpresas extraordinarias, con maravillosos momentos de humor y alegría, pero también lecciones importantes para todo lo que compartimos la vida en este planeta.
CONTENIDO
Nota del autor
Epílogo
Agradecimientos y bibliografía