Entre 1957 y 1963 existe un Lacan mitólogo que, según sus propias palabras, busca lo mismo que Lévi-Strauss. Esta gemelaridad de la investigación del psicoanalista con la del etnólogo, convertido en París en el maestro del análisis de los mitos, llevó a Lacan a regresar primero a la teoría freudiana del Edipo, cuya lógica invierte para argumentar que el deseo incestuoso es menor en el niño que en la madre, cuyo hijo aun es probable que se convierta en un fetiche. Este gesto inaugural del tercer Lacan desencadena: 1) la “revolución del falo”, que da origen a la teoría del falo como significante; 2) una poderosa reelaboración de la teoría del Edipo, cuyo modelo va de tres a cuatro términos; 3) una nueva concepción de la función paterna que se convierte en una metáfora, pero también una teoría de la sexuación que separa al hijo que lo tiene (el falo) de la niña que es, y finalmente 4) una teoría del fantasma que aparece como una defensa contra la voluntad de goce de la madre.
Por lo tanto, en estas Mitológicas veremos el surgimiento de conceptos fundamentales de la teoría de Lacan que son aun más inteligibles porque aparecen sobre la base de fuentes literarias, como Edipo Rey, El diablo enamorado o Hamlet, y muchos otros textos que marcan el progreso de su trabajo. Hamlet, que Lacan construye como el paradigma del hombre moderno impedido de su acto por su encarcelamiento dentro de la cárcel de cristal del fantasma. Encarcelamiento que opone al hombre moderno a la subjetividad sin fantasma de los Antiguos. Razón por la cual la meta crucial de la experiencia psicoanalítica se vuelve la travesía del fantasma, por la cual el sujeto moderno podría alcanzar la libertad de acto del héroe antiguo, de la misma manera que ella se convierte –a nivel del análisis de la civilización– en un dispositivo capaz de formalizar la falla entre la naturaleza y la cultura.
Introducción
Capítulo Primero. La visita del mito de Edipo y la revolución del falo
Capítulo Segundo. El diablo enamorado y la teoría del fantasma. ¿“Che vuoi”?
Capítulo Tercero. Hamlet: el hombre moderno
Conclusión
Bibliografía