No fue su teorización lo que lanzó a la Terapia Gestalt al competitivo mercado de las psicoterapias. Fueron sus resultados y su aparente facilidad en manos de Fritz Perls y sus seguidores. Se trataba de darle voz a aquello que queríamos conocer, junto a una actitud expectante frente a los clientes y en donde la verdad se iba a encontrar mediante la entrega y el compromiso en lo que el mismo cliente en su totalidad iba revelando ante un otro.
La eficacia de la Gestalt se debe, en parte, a la Fenomenología como método y visión de mundo; el modo de conocimiento más genuino y antiguo. Para ello tiene que inventar un lenguaje procesal que contacte y no divida a la persona. Riguroso, muy didáctico y con casos clínicos. Largamente esperado.