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El deseo del viaje es innato en los hombres. No menos común es pensar que los mejores viajes son aquellos que hacemos con el cuerpo quieto, los ojos cerrados y la mente despierta. La lectura es otra manera de viajar sin moverse, sólo que, a diferencia de los frágiles mundos recorridos durante el viaje mental, al leer nos enfrentamos a una realidad que no es hija de nuestra fantasía y que debemos penetrar y explorar. Como una ciudad a la orilla de un río o un paraje en una montaña, el libro tiene una realidad material y ocupa un lugar en el espacio; basta con sacarlo del estante y abrirlo para viaja en sus páginas.
Autor: Octavio Paz
Índice
Nota del editor
Excursiones/Incursiones
Dominio extranjero
Advertencia del editor
Excursiones/Incursiones
Corriente alterna
Fundación y disidencia
Dominio hispánico
Advertencia del editor
Prólogo. Unidad, modernidad, tradición
Fundación y disidencia
Corriente alterna
Índice de nombres