El seductor veneciano, prefería y se apasionaba por las adolescentes para desflorarlas, y sumarlas a su lista de conquistas y en ese plan, no hacia discriminaciones sociales, porque también hacia el amor con prostitutas.
Pero en sus pretensiones no siempre fue correspondido, y hasta estuvo a punto de suicidarse por el amor frustrado de la Charpillon, y de otras muchachas. En Casanova, no todo fue sexo porque también tuvo amores ideales, como Henriette, el amor de su vida, o la condesa de Roggendorf, por las que suspiró como un adolescente.
Una historia está dedicada a un castrati, sobre cuyo sexo, existían muchas dudas, pero que al final, Casanova también sedujo. Otra tiene que ver con Voltaire, a quien Casanova, quería conocer como un gran ideal, y a quien visita en las afueras de Ginebra, y entabla unos diálogos sobre Ariosto, y otros autores clásicos, no siempre concordantes. Si el libro contribuyera a un mejor conocimiento de los amores de Casanova, y de su obra literaria en menor grado, el autor se declararía satisfecho.
Introducción
Bibliografía