Bajo los cargos de herejía y usurpación de la Navidad, el 24 de diciembre de 1951 fue ejecutado Santa Claus frente a la catedral de Dijon, en Francia. La iglesia católica, experta en la materia, convirtió en cenizas a un muñeco de barba blanca y atuendo escarlata delante de los niños de la comunidad, para así restituir el protagonismo de la fecha al protocolo cristiano y quitárselo a ese personaje pagano. Claude Lévi-Strauss usa como punto de partida tan peculiar atentado para reflexionar sobre una serie de fenómenos culturales que, bajo su atenta mirada antropológica, nos ayudan a comprender las prácticas y el comportamiento de la sociedad moderna.
ÍNDICE
Prologo
El suplico de Papá Noel
Todos somos caníbales
Bibliografia