Este libro aborda la cuestión del sujeto desde una óptica multidisciplinar y, a la vez, histórica. Después de la desaparición d ellos viejos héroes griegos, con su moral aristocrática, asumiendo la herencia de la filosofía griega, la religión cristiana, el arte y el humanismo renacentista… la cultura occidental termino por prometernos un sujeto libre, reflexivo y critico y, por ello mismo, respetuoso de la diferencia e incapaz de utilizar esta como coartada para justificar la desigualdad o la falta de fraternidad; un individuo generoso, en suma, del que se nos hablo en el umbral mismo de la modernidad.
El problema es que nuestra tradición -autentica alma mater de nuestra autoconciencia- el horror aparece constantemente disfrazado de civilización. Y así sigue apareciendo hoy.
En la forma de una uniformidad que elimina simple y llanamente la diferencia, o de una burocratización y de una organización de la producción y de la política, cada vez más abstractas, que cosifican las relaciones entre los humanos y las ponen fuera del alcance de sus propias decisiones.