En La República, obra con la que culmina la etapa de madurez de Platón, encontramos todas las ideas que van a configurar su filosofía y que se centran en dos motivos recurrentes y fundamentales para el pensamiento occidental posterior: la identificación última de la felicidad con la virtud y la contraposición entre ciencia y apariencia. El sentido íntimo que tiene para Platón el término filosofía» están en la identificación de la propia vida con el saber, con la ciencia, frente al mundo de las apariencias. Como nos dice Miguel Candel en su esclarecedora Introducción: «el valor imperecedero de La República, más allá de los detalles de su programa político y educativo, consiste en haber hecho plausible la tesis de que el correlato natural de la justicia es la felicidad. Y ello gracias a haber situado el principio de la realidad, así como el de la teoría y el de la praxis…, en el mismo lugar: en la real idea del bien».