Pude disfrutar el despliegue de un lenguaje ambicioso en el cual la felicidad de nombrar, también invoca. Su instrumento no es el arpón, ni el sedal de un solo anzuelo, es la red, su tejido atrapador. Situadas las historias en territorios marinos los viejos elementos, mareas, corrientes, tormentas renuevan su pacto con la tierra, el cielo y los seres humanos, inermes ante los rostros infinitos del bramido en movimiento que fue separado. La naturaleza pintada por Orlando Araujo Fontalvo está en el extremo de un conflicto que tiene en el otro al ser humano. Aquí la naturaleza es una forma de la adversidad cuando antes fue una posibilidad de vida. En ese lugar abigarrado de personajes, los cuentos dejan ver una posibilidad: están cerca de la frontera con el género novela. El autor, aduanero de sueños, no les otorga la visa. Los lectores encontrarán los sentimientos de venganza, codicia, derrota y un deseo de vida más allá de la muerte.
ROBERTO BURGOS CANTOR
Para definir el cuento Rabindranath Tagore escribió: lo que no termina después de terminar. Los lectores quedarán con esa fascinante sensación después de la lectura de estos cuentos.
ARUNDHATI BHATTACHARYA
Un narrador que sabe crear el suspenso y el interés que todo buen cuento debe proyectar en el lector. Son relatos que tienen la virtud de no decirlo todo alrededor de las historias que proponen. Y el autor lo hace con la destreza de un relojero, dejando vacíos y lagunas intencionales en el decurso del tictac narrativo, para que sea el lector quien llene esas porosidades en la trama narrativa y los finales abiertos.
GUILLERMO TEDIO
Obertura
Prólogo
Consuelo Triviño Anzola
Al encuentro de las antorchas
El Diablo de Guanabara
Palomeque
Una criatura en el umbral
La sílaba del hereje
Un procedimiento de rutina
Sin lugares comunes
Últimas palabras
Para sobrellevar el abismo
Cantares de pitonisa
La noche que hace falta
El camafeo
La mano de Treblinka
Sinfonía del hambre
Elogio de la lucidez
Un ritual de despedida
El barista