Este libro nació como un juego de palabras con el título original de la película 'Professione: Reporter' de Michelangelo Antonioni. Nunca he sido reportero, porque se necesita una dosis de audacia y de espíritu aventurero que jamás he tenido. Pero sí me gusta mirar. No la vida en su estado más salvaje, porque terminaría tomando la misma decisión del ciego de la fábula. Me gusta mirar para ser otro. Como el pasajero que interpreta Jack Nicholson. Para borrar mis propias limitaciones y suplantarlas con el paisaje de los sueños. Desde muy niño me han gustado las imposturas. En los escenarios, en los libros, en las pantallas, en los reproductores de audio. No tengo preferencias. Amo el teatro, las películas, los libros, la música, la danza. El arte me ha salvado la vida. Aunque dirijo y escribo, creo que no encuentro mayor placer sino cuando soy espectador. Escribo en medio de la pandemia del 2020/21 y mis sentimientos como «espectador profesional» han sido ambivalentes. A pesar de que Grotowski (El director como espectador de profesión) se refería en específico al director de teatro, creo que el oficio de transformar el mundo a través de una manipulación de la realidad también implica a quien lo observa de manera pasiva. En estos tiempos, he sufrido por la no presencialidad, pero al mismo tiempo, la protección uterina del cine en casa o de las lecturas ininterrumpidas me producen una incómoda tentación. Esa forma heroica del arte que resiste y otro (indefinible, impreciso) que se intenta instalar entre las ruinas. La muerte está allí, al otro lado de la puerta'. Sandro Romero Rey
CONTENIDO
ONERTURA: EL PASAJERO
FINALE: VERDADERO O FALSO